ATAÚDES
ANTROPOMORFOS EN MADERA. DETERIOROS QUE PRESENTAN, SU CONSERVACIÓN Y
RESTAURACIÓN
Los
primeros ataúdes antropomorfos aparecen a finales de la dinastía XII,
aunque serán característicos en el Imperio Nuevo.
La variedad de materiales en
los que se fabricaban, plantea distintos niveles de deterioro, siendo
los que mas problemas presentan los elaborados en madera o fibra de
palma, y a estos nos referiremos en el siguiente artículo.
Debido a los materiales
utilizados como soporte, el tiempo transcurrido desde su fabricación y
el cambio de ambiente al trasladarlos de su ubicación inicial, suelen
presentar una serie de daños característicos.
Los principales problemas
suelen aparecer en los ensambles y en la materia leñosa en si, siendo
muy frecuente el ataque de insectos xilófagos (a los que nos
referiremos como AIX) del tipo de la carcoma o la polilla, que oradan
y debilitan el material, el ataque de hongos (a los que nos
referiremos como AH), que se nutren de la celulosa destruyéndola y con
ella la estructura dura de la madera, provocando una cuantiosa pérdida
de peso, resistencia, y rotura de espigas que unen las distintas piezas
que componen el ataúd.
Pero la mayoría de estos
deterioros han sido producidos al “extraer” las piezas de su lugar
de origen y posteriormente
“transportarlas” de cualquier manera. El
cambio de ambiente
en el que se estabilizaron durante siglos varia, y con ello cambia
radicalmente factores como el grado de humedad, temperatura, saturación
de la atmósfera, acidez o alcalinidad del terreno, etc.
Solo desde hace relativamente
poco tiempo, se tienen en cuenta este tipo de factores que aceleran la
alteración y el deterioro estas piezas, tomándose medidas para la
conservación de las mismas, adecuando estos factores al grado de
deterioro que presentaban.
A continuación plantearemos
de forma genérica y a grandes rasgos como seria el informe de una
restauración, que constaría básicamente de cuatro apartados: una
ficha técnica de la pieza, el estado de conservación de los distintos
estratos, el tratamiento que se les realiza y una documentación gráfica
del proceso.
FICHA
TÉCNICA
-
Tipo
de obra: Ataúd egipcio.
-
Autor:
Desconocido.
-
Cronología:
Desde la dinastía XII (imperio medio) en adelante.
-
Localización:
Colecciones particulares.
-
Categoría
artística: Obras de interés.
-
Estado
de conservación: Deficientes.
-
Equipo
responsable de las restauraciones:
-
Carlos J. Sánchez Távora.
-
Regla Rossiñol Rodero.
ESTADO
DE CONSERVACIÓN
-
Tipo de material: Principalmente maderas de cedro libanés,
sicomoro o fibra de palma.
-
Características materiales: Ataúdes en madera o fibra con
ensamble de piezas mediante espigas de madera.
-
Estado de conservación: Deficientes, AIX, AH, pérdida de piezas
por rotura, deformaciones de la madera, desajuste de piezas, piezas
sueltas.
-
Tipo de material: Estuco blanco (yeso) o telas encoladas y
estucadas para el exterior y adobe para sellar los interiores.
-
Características materiales: Estuco (sulfato o carbonato de cal
aglutinado con cola animal), tela (formada por trama y urdimbre de una
pasada de cada en fibra de lino torcido), adherida al soporte por una
cola animal, y adobe (barro amasado con cascarilla de cereales y paja).
-
Estado de conservación: Deficiente, pérdidas de preparación
por toda la obra, concentrándose las mas importantes en las uniones de
piezas, telas despegadas, con roturas de la fibra por golpes, desgastes
o envejecimiento de la misma, exudaciones de sales en zonas muy
concretas.
-
Tipo de material: Temple (a determinar el tipo en cada caso).
-
Características materiales: Pigmentos minerales y vegetales de
distinto grosor de molienda aglutinados
con una materia no grasa sin determinar posiblemente agua con un poco de
cola animal o clara de huevo).
-
Estado de conservación: Deficiente, falta de cohesión en el
estrato pictórico con grandes zonas de pérdidas en las uniones de
piezas, exudación de sales en algunos pigmentos, alterándolos al
transformarlos en otros compuestos.
·
Película superficial:
-
Polvo en superficie.
-
Restos de arena.
-
Humos.
-
Depósito de sales.
TRATAMIENTO
REALIZADO
1º.-
Fijación preventiva de todas aquellas zonas con peligro de
desprendimiento en cualquiera de los estratos (soporte, preparación o
película pictórica), usando para ello colas vinílicas y poli vinílicas
en diluciones que convengan a cada caso.
2º
.- Debido al mal estado del soporte anteriormente referido, se
procede a la consolidación mediante inyección o impregnación de una
resina sintética diluida en disolventes muy volátiles que facilitan la
penetración del compuesto, penetrando en el poro y rellenándolo,
volviendo a darle una consistencia y resistencia suficientes para su óptima
conservación.
3º.-
Desinsectación y prevención de ataques: La madera suele presentar
orificios de salida de los insectos xilófagos y acolchados por ataque
de hongos.
Los
ataques aparentemente aparecen paralizados, pero en prevención de que
pudiera haber alguno activo, se impregna la madera con una solución de
mipagina o de pentaclorofenol al 5% en Thiner, y una vez seca se
procede a inyectar todos los orificios y grietas con producto
antixilófagos de efecto residual.
La
operación se repite dos veces para asegurar la total impregnación, tapándose
la pieza con plásticos en cada tratamiento durante 15 días.
4º.-
Fijación de estucos y telas: La mayor parte de los estucos y las telas
presentan buena adherencia al soporte, aunque hay fragmentos que se
encuentran sueltos, con bordes despegados o con rasgaduras.
Para
fijarlos, se aplica un adhesivo vinílico o poli-vinílico, dependiendo
el caso, en las diluciones que precise, mediante inyección o impregnación,
tamponando con una bayeta ligeramente húmeda y retirando el exceso de
adhesivo en superficie.
Los
bordes de la tela se sujetan con alfileres hasta que el adhesivo seca.
5º.-
Fijación de vendas y restos del interior del ataúd: La mayoría de los
ataúdes presentan en su interior restos de vendas sujetos a la madera.
No
obstante, siempre hay fragmentos que se encuentran sueltos con riesgo de
desprenderse. Para evitarlo, se pulveriza una resina sintética diluida
en el medio adecuado a cada caso.
6º.-
Estudio, consolidación y fijación de ensambles: Las piezas suelen
venir con sus ensambles originales de machimbrados y espigas de madera.
La
madera de las espigas y las tablillas de encastre entre la tapa y la
caja, suelen ser de mayor dureza y densidad que las del ataúd.
No
obstante, se observan en algunos, manipulaciones recientes en el
interior del ataúd, como tablillas atornilladas o clavadas para sujetar
uniones de piezas.
Algunas
de las espigas presentan roturas o ataque de xilófagos, por lo que
tienen que ser retiradas y sustituidas por otras nuevas de dimensiones y
elaboración similares a las originales.
Todas
aquellas que mantienen su función original, son afianzadas y
conservadas, encolándolas y ajustándolas en la medida en que las
deformaciones del soporte lo permitan.
La
tapa del ataúd encaja en la caja mediante el encastre de tablillas
sujetas con espigas y posteriormente tapadas, estas últimas con estuco.
7º.-
Encolado, colocación de piezas sueltas y
elaboración de piezas nuevas: Las uniones entre tablas se
encolan y se cierran en la medida de lo posible, localizando las zonas a
las que pertenecen las piezas desprendidas y fijándolas a los mismos .
Hay
casos en los que por funcionalidad y por estabilidad, hay que
“rehacer” zonas del soporte, aplicando acabados al estuco y película
pictórica que se integren perfectamente, pero que deje una diferencia
visible sobre el original y la reposición.
8º.-
Colocación de gatos (sargentos): Se hace de manera que la presión de
los mismo vaya de forma cruzada, distribuyendo así las tensiones del
soporte, pudiendo usar para ello tablas que repartan la presión por
igual, obligando así a las
distintas piezas a perder parte de la deformación que pudieran tener
por el paso del tiempo o por un mal “almacenamiento” de las mismas.
Entre
las tablas o los gatos y la película pictórica, se colocan pliegos de
papel parafinado o bayetas para evitar magulladuras en los distintos
estratos.
Se
engatillan por separado la tapa y la caja, encajando ambas una vez
pegadas las distintas piezas, comprobando el ajuste de las dos partes.
9º.-
Sellado de piezas con arcilla, mortero de arena y estuco: Cuando
quedan restos sueltos de la arcilla usada para sellar, rellenar grietas
o dar volumen, se muelen y se vuelven a usar mezclándolas con acetato
de polivinilo al 10% en agua, adhesivo que da cierta elasticidad a la
mezcla una vez seca, evitando así su resquebrajamiento.
Se
aplica por capas finas, que se dejan secar antes de aplicar las
siguientes, hasta conseguir sellar las grietas por completo.
Cuando
no hay restos de arcilla original, se prepara una mezcla de arena fina,
sulfato de cal, pigmento marrón y acetato de polivinilo al 30 % en
agua, aplicándolo de igual manera.
10º.-
Limpieza de la película pictórica: El polvo y los restos de humos
son retirados tamponando con una bayeta ligeramente humedecida en una
solución de teepol al 15% en agua desmineralizada, eliminando los
restos de la solución tamponando con otra bayeta humedecida en agua
desmineralizada. Los colores que presentan alteraciones con exudaciones
salinas, si estas son solubles al agua, se retiran con el agua
desmineralizada, y si son insolubles, se aplica una solución de
bicarbonatos amónico y potásico al 30% respectivamente y teepol al 10%
en agua desmineralizada, convirtiendo así las sales insolubles en otro
compuesto soluble, facilitando así su eliminación.
La
eliminación de la mayor parte de las sales no implica la total
recuperación de los colores originales, ya que al haber estado en
contacto con las mismas, puede haber transformado los pigmentos en otros
compuestos.
En
las ocasiones en las que los pigmentos aparecen con una protección de
cola animal, o clara de huevo, se aplica una mezcla de disolventes específica
para la eliminación de colas animales y superficies poli-sacáridas.
11º.-
Consolidación y sellado de bordes: Los bordes irregulares que quedan en
las zonas con pérdidas de estuco, son consolidadas y selladas con
acetato de polivinilo y sulfato cálcico con pigmento, “matando” las
aristas y bordes, impidiendo así enganches fortuitos y que se despeguen
del soporte.
12º.-
En contadas ocasiones, se procede a la “reconstrucción “ de zonas
de pérdidas de pigmento, usando para ello pigmentos al agua, dejando un
bajo tono como criterio de diferenciación entre la parte reconstruida y
la zona original.
Esta
operación se realiza solo cuando es indispensable para la correcta
lectura de la pieza, y siempre y cuando se tengan datos suficientes para
la reconstrucción evitando siempre el “rehacer” jeroglíficos.
13º.-
Protección final: Toda la superficie pictórica, preparación y soporte
se protegen finalmente con una resina sintética, en concreto paraloid
B-72, al 25% en thiner, nutriendo los pigmentos y subiendo el tono
general del ataúd, lo que permite una mejor lectura del conjunto,
creando a la vez una fina capa de protección que ayudará a la idónea
conservación de la pieza.
Carlos
Javier Sánchez Távora (Pianj),
Licenciado
en Bellas Artes,
Conservador y
Restaurador de obras de arte.
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