Justicia:
las penas y su ejecución
Por
Juan de la Torre Suárez
Castigos
no corporales
La
pena más evidente y una de las más comunes era el encarcelamiento
(acompañado de trabajos forzados), pero había otras para delitos
"leves" y comunes ( no pagar impuestos, pequeños
hurtos, etc.), como la pérdida
del trabajo o de la categoría en el mismo, también de las propiedades y el borrado del nombre en
la tumba si ya la había construido el acusado.
Castigos
corporales ( sin pena de muerte)
Escena
de la tumba del escriba Menna (TT69, Sheikh Abd el-Qurna)
El
castigo corporal más común eran los "golpes de bastón"
(100 o 200) y en los casos más graves se podía añadir 5 "golpes
sangrantes" e incluso marcas de metal incandescente. Los tribunales
locales podían imponer penas ligeras como la devolución de mercancías
robadas con multa por el doble de su valor. Pero las sentencias por delitos graves contra el Estado o la religión, eran dictadas por visires
o en su caso, por el propio rey: mutilación (mano, lengua, nariz u orejas; no hay
pruebas sobre la castración), exilio, trabajos forzados en canteras o minas y hasta la
pena capital (empalamiento, ahogando en agua, quemando vivo o decapitado).
Aunque
estas últimas penas no eran nada comunes, podía darse el caso.
Los
sacrificios humanos y pena capital
Podemos distinguir tres tipos de sacrificios humanos:
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Por
una parte, cuando las personas sacrificadas pertenecían a la corte
del rey. Se piensa que podían ser sus servidores más directos,
aquellos que debían seguir trabajando para su rey en el Más Allá.
Pero la costumbre desapareció ya en la segunda dinastía y justo
después aparecen en las tumbas, las primeras estatuas de sirvientes
trabajando del Imperio Antiguo. Más tarde esta función la desempeñarían
los Shabties (a partir del Reino Medio). Llamados Shauabtis
en el Imperio Medio y Ushebtis en época tardía, estas
figuritas momiformes responderían por el difunto, trabajando en su
lugar cuando fuese necesario.
Los escritos sí reflejan claramente la función de
los Ushebtis en este sentido, mientras que las representaciones
de personas trabajando, pasaron a ser simplemente eso, escenas de la
vida cotidiana que también se darían en el Más Allá, según las
creencias de los egipcios.
Shauabtis
de Tutanjamon, Museo Egipcio de El Cairo
En la II dinastía se abandona esta costumbre, pero tenemos las numerosas
tumbas que rodeaban a las de los reyes del predinástico y dos primeras
dinastías. Por ejemplo, en la de Aha en Abidos, se ha comprobado
que las personas enterradas alrededor no superaban los 25 años de edad.
Junto a la tumba Qaa se encontraron algunos títulos de altos
oficiales en las subsidiarias, tales como "Portador del sello
real", "Guardián de los secretos y de los decretos", etc.,
por tanto, no sólo se acompañaban de simples sirvientes, el rey también
necesitaba funcionarios en el Más Allá.
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Rituales
o religiosos: También se sacrificaban personas en algunos ritos,
pero se sustituyó por el sacrificio de animales.
A finales de la I dinastía ya no existió nunca más el sacrificio ritual
de personas en Egipto, o no nos consta.
Se constata su existencia por las escenas encontradas en algunas etiquetas
(la de la imagen pertenece al rey Aha):
Sobre el sacrificio está el signo O43 de la clasificación de Gardiner,
que viene a significar la recogida (Ssp),
en un cuenco, de la sangre de la persona maniatada sacrificada en la
ceremonia, mientras son apuñalados en el corazón.
Hay más pistas de sacrificios rituales humanos no
relacionados con funerales reales y de su sustitución por animales, por
enterramientos masivos encontrados, pero son bastante discutidos.
Dependiendo del autor, unos afirman y otros niegan rotundamente el tema de
los sacrificios humanos rituales. En mi opinión y viendo que el primer
caso está demostrado, no tengo razón para pensar que no fueran capaces
de hacer lo mismo por otros motivos.
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Criminales
y enemigos: Por las pistas encontradas (fragmentos de etiquetas),
se debía hacer algún ritual en estos sacrificios, ya que la sangre
era derramada en vasijas, pero no tenemos total seguridad de si en
estos casos se trataba de criminales o se refleja el caso anterior.
Los castigos corporales más graves reaparecen con más
intensidad o son
"reinventados" en el Imperio Nuevo, siendo el empalamiento la pena
capital
"favorita" en época ramesida. Sobre la muerte en el fuego
parece que no era
muy aplicada, quizá se quedó en amenaza de algunos Decretos. Otras penas
como el "suicidio" (obligado) sí está constatado en casos de
alta traición
(atentado contra Ramsés III). El ahogamiento se da desde el Imperio Antiguo hasta el
Imperio Nuevo,
ambos inclusive. Parece una ejecución tradicional: el reo era introducido
atado en un saco con piedras y a continuación se le tiraba al río Nilo.
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