A Snefru se le atribuyen por este
orden aproximado: una pirámide escalonada en Seila (el Fayum, 5
escalones y 35 metros de lado), "la Encorvada" (Dashur), la
finalización de la pirámide de su padre Huni (Meidum) y "la
Roja" (Dashur, su posible lugar de enterramiento).
En resumen, la historia
de esas pirámides podría ser la siguiente, al menos es la teoría más
aceptada actualmente:
La primera (escalonada
de Seila) no tiene pasillos ni cámaras interiores, al igual que otras
construidas por su padre, cuya función se supone como
"marcadores del territorio" y muestras del alcance del poder
real. Huni distribuyó de esta forma, seis pirámides escalonadas a lo
largo de todo el país, desde Zawet el Mayitin a Elefantina.
Después decidió ampliar la de Meidum para servirle de tumba, pero
nunca terminó la pirámide ni fue enterrado en ella, seguramente murió
y fue enterrado a toda prisa en algún lugar que desconocemos, pero sí
han quedado algunos rastros de su culto funerario.
Snefru comenzó la Encorvada, pero al ver las grietas que se producían en su interior
por culpa del terreno, la modificó y temiendo no poder terminarla
satisfactoriamente, construyó sobre la de su padre una amplia
cubierta en caliza de Tura con una nueva técnica de hiladas
horizontales que jamás se había utilizado hasta entonces y que la
transformó en "pirámide verdadera". Una vez asegurado su
descanso eterno, pensó que le podría dar tiempo construir una pirámide
perfecta, de ángulo menor que el utilizado en la primera parte de la Encorvada
y con la nueva técnica de hiladas que había probado ya con
resultados muy satisfactorios (técnica que utilizaría más tarde su
hijo Jnum-Jufuy en la Gran Pirámide). En el interior de la Roja se
encontró un esqueleto, que podría pertenecer a Snefru, los
saqueadores de su tumba quemaron el ataúd que contenía su sarcófago
de piedra, tras robar el oro y joyas que contendría su momia (hoy sólo
esqueleto debido a las poco avanzadas técnicas de momificación del
Imperio Antiguo).
Como consiguió terminar
la Pirámide Roja de Dashur, se hizo enterrar en ella y su Ka iría a
la Encorvada. Sin embargo el dato curioso es que en realidad,
seguramente la primera pirámide verdadera fue la de Meidum (no la
Roja), que al contrario de lo que se suponía hasta hace poco, jamás
se desmoronó, toda la estructura de su base, incluido el
recubrimiento, están intactos hoy día y su aspecto actual se debe a
haber sido utilizada como cantera.
Los egipcios rindieron
culto a Snefru durante siglos, se crearon puestos de superintendente
de "las Dos pirámides de Snefru" y sacerdotes de sus
respectivos templos. El encontrar estos títulos y las marcas de ocre
con su nombre en las mismas pirámides y rocas de los alrededores,
probaron que sin duda, la Roja y la Encorvada eran las dos pirámides
oficiales funerarias de Snefru. La de Meidum se abandonó y la de
Seila nunca pasó de ser una especie de pilón fronterizo, pero es una
pirámide construida con la forma (escalonada) y técnicas de la III
dinastía, por tanto el reinado de Snefru abarcó toda la evolución
arquitectónica que abrió paso las grandes pirámides de la IV dinastía
y fue el rey que más rocas utilizó en construcción de pirámides,
en toda la historia de Egipto.
El nivel de poder y de
conocimiento alcanzado por Snefru, dejó "en bandeja" a su
hijo Jufu (abreviación de "Jnum-Jufuy"), el conseguir
construir la mejor pirámide de la historia. A partir de ahí se
debilitó el poder real pero no disminuyeron los conocimientos, como
se suele pensar, las sucesivas pirámides utilizaban técnicas de
construcción aún más avanzadas, aunque los materiales y medios no
eran los de Jufu, pero esa es otra historia...
Autor: Juan de la Torre Suárez |