El sistema
principal para la extracción de bloques de piedras en las canteras
egipcias, parece haber sido el cincelado, pero fueron múltiples los
sistemas utilizados. Para cada tipo de cantera y de piedra, unos sistemas
eran más adecuados o rápidos que otros.
Los bloques que han
quedado en las canteras, están marcados por las vigas que, a forma de
palancas, se utilizaban para separarlos de la roca madre. Pero hay varios
tipos de marcas en las canteras, que describen el método utilizado para
trabajar la roca en cada caso. |
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Se han conservado
representaciones de la elaboración de bloques por cincelado. La
ilustración muestra cómo cincelaban, medían y nivelaban los bloques. |
Los cinceles utilizados
en el Imperio Antiguo, eran de cobre, aunque más duro que el cobre puro,
puesto que de la mezcla con impurezas, a veces resulta una
aleación de dureza cercana a la del bronce. |
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Seguramente la aleaciones
eran accidentales, los egipcios sólo sabrían que el cobre extraído de
ciertas zonas, era más duro y por eso lo preferían para ciertos trabajos.
Del mineral mezclado y fundido con rocas de la zona, resultarían las
aleaciones fortuitas. Pero ya a finales del Imperio Antiguo, hace su
aparición el bronce.
Los cinceles eran
golpeados por mazas de madera como la de la fotografía y podían utilizarse
en rocas más duras que los primeros, puesto que lo que se pretende es
comunicar el impacto a las mismas, no penetrarlas por dureza. Pero tanto el
cobre como el bronce, resultaban poco eficaces para trabajar las rocas más
duras como el granito. |
Sierras, andamios,
cuerdas, balancines, trineos, etc., son otras herramientas utilizadas en
las canteras para la extracción y transporte de los bloques. El
tamaño de los cinceles aumenta con el tiempo, siendo de hasta 50 cm y de
hierro ya en época tardía, que dejaban marcas alargadas y paralelas.
Las marcas cortas de los cinceles de cobre del Imperio Antiguo, permiten
datar fácilmente la época de explotación aproximada de una cantera. |
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Las piezas eran labradas
in situ, al menos un esbozo primario antes de transportarlas. |
La razón para esto era
preventiva, ya que se podría perder mucho tiempo y esfuerzo si la roca
utilizada terminaba por romperse en esta primera fase. |
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El primer esbozo es
precisamente la fase que permite
observar los posibles defectos del bloque en bruto. |
Muchas piezas fueron
abandonadas en la misma cantera, ya sea por rotura o por encontrar zonas
de mala calidad en la roca. |
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Canteras
cubiertas formando túneles: son comunes las de arenisca y calizas. Al
ser rocas sedimentarias, es fácil encontrarlas formando estratos.
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Los estratos eran marcados
con ocre y siempre se explotaban solamente los de mayor calidad. Se
comenzaba por arriba cincelando hasta dejar hueco para una persona.
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Se comenzaba la
penetración de la roca por las zonas separadoras de los estratos, que son
mucho más blandas y permitían una extracción rápida con las caras con
apariencia prácticamente pulimentadas en muchos casos. |
En la actualidad se han
retirado la mayoría de los detritos que contenían estas canteras, para
poder estudiarlas mejor. |
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Canteras a cielo
abierto: en los casos en que las rocas de mejor calidad se encontraban
muy cerca de la superficie, la cantera podía explotarse a cielo abierto.
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Las formas, a veces de
aspecto aparentemente caprichoso, son debidas a la búsqueda de la roca
más apropiada para el objetivo al que estaba destinada. |
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Tras el cincelado de los
bloque, éstos eran separados de la roca madre a la altura de un estrato, mediante
la introducción de cuñas.
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Algunas
oquedades realizadas en las rocas, parecen haberse utilizado para ayudarse
en la extracción y transporte de los bloques, mediante la inserción de
cuerdas por las mismas y utilizándose a modo de poleas. |
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Las canteras también
contienen agujeros realizados para insertar en ellos los andamios de
madera, que les permitían trabajar a grandes alturas.
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Para la explotación del
granito y otras rocas de mayor dureza, se solían utilizar herramientas de
dolerita. La dolerita es una roca de gran dureza y resistente a los
impactos. El desgaste de las mazas de dolerita, daban lugar a las bolas
que se han encontrado en la canteras.
Las bolas de dolerita
también se podían usar para desgastar manualmente las rocas en un
proceso posterior de modelado de las mismas. Las marcas de cuñas,
encontradas tanto en granito como en calizas, son de época tolemáica o
posterior. Dichas marcas eran
cinceladas, lo cual demuestra que sin lugar a dudas, los cinceles (de
hierro en este caso) pueden utilizarse con el granito, aunque no fuese el
sistema favorito de los egipcios del Imperio Antiguo, ya que el proceso
con el cobre es más lento, pero más que posible y utilizado
principalmente sólo en fases posteriores de refinado de las piezas.
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La utilización de
herramientas de dolerita, con las que golpeaban el granito, deja unas
marcas onduladas y suaves características, por el desprendimiento de
lascas tras los impactos.
El ejemplo más típico
de este tipo de marcas, lo encontramos en el famoso Obelisco Inacabado de
las canteras de Asuán, donde además se han encontrado infinidad de bolas
de dolerita por la zona.
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Sierras
de cobre con el filo impregnado
de cuarzo en polvo, también se utilizaban en el Imperio Antiguo, incluso
con las rocas más duras como el granito rojo del sarcófago de la
fotografía, que se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.
En la base se hizo la
tapa del sarcófago, que luego se intentó separar cortándola con dos
sierras, una a cada lado. Ambos cortes pueden distinguirse en la
fotografía superior.
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La imagen muestra
claramente uno de los motivos del abandono de la pieza en cuestión. No se
llegó a terminar porque los artesanos se desviaron demasiado al intentar
separar la tapa de la base del sarcófago. El desvío debió producir la
rotura de la misma. |
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En un primer plano del
corte superior, podemos observar las irregularidades del mismo. Unas
marcas laterales en ocre y apenas visibles hoy día, marcan la zona por la
que la roca fue vaciada en su interior, para dejar el hueco del
sarcófago. Toda la zonas exteriores e interiores llegaron a pulimentarse. |
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Si lo miramos desde
arriba con una luz que nos permita verlo, las sombras delatan la presencia
de las marcas ocasionadas por la sierra de cobre y filo reforzado con
cuarzo. |
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El detalle del punto de
ruptura, además de reflejar perfectamente las marcas de la sierra, nos
muestra que primero se serró la parte inferior (derecha en fotografía) y
después la superior. Precisamente la que se hizo incorrectamente y derivó
en la rotura de la tapa; punto en el que se abandonó definitivamente el
sarcófago. |
Conclusión:
Las
pruebas encontradas en las canteras egipcias, no dejan lugar a
fantásticas teorías sobre "reblandecimiento de rocas",
"creadas a partir de una mezcla de componentes químicos" o
"cortadas con un láser". Las técnicas egipcias se nos muestran
claramente en estos restos, que pueden leerse como un libro abierto
por quien desee hacerlo.
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Autor: Juan de la
Torre Suárez |
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