¿Quién
construyó la Gran Pirámide?
La
Gran Pirámide fue llamada por los antiguos egipcios Mer Ajet Jufu,
es decir, "Pirámide del Horizonte de Jufu". Jufu, es
la abreviación de Jnum-Jufuy (El dios Jnum le protege o El protegido
de Jnum) y es el nombre egipcio del rey Keops. Por la
fascinación que produce esta impresionante construcción, han corrido
ríos de tinta sobre ella; por desgracia en la mayoría de las ocasiones
ha sido víctima de las teorías más absurdas defendidas por corrientes
esotéricas y basadas en su profundo desconocimiento sobre el tema
(escritura jeroglífica, costumbres funerarias, evidencias
arqueológicas... las bases de la egiptología al fin y al cabo) y lo
impactantes que puede resultar para el público en general las
fantásticas historias que ellos inventan. Para lograr tan deplorable
misión, estas personas no tienen el menor reparo en falsear los datos
que sean necesarios e incluso intentar manchar la memoria de algunos de
los pioneros de la egiptología. Nos referimos en este caso al Coronel
R. Howard Vyse:
Una
grieta en el techo de la primera cámara de descarga (llamada de Davison) permitió
a Vyse introducir una caña sin tropiezos, comprobando así que
había otra cámara por encima. Decidió abrir un camino y saltándose
las dificultades iniciales, lo hizo a base de dinamita. Gracias a esto
descubrió, en el año 1.837, las cuatro cámaras que había por
encima y lo que es más importante, encontró en ellas el nombre del rey
Jufu, pintado en ocre en varias ocasiones y formando parte de los
nombres de los equipos de trabajo que habían puesto ahí los bloques
que forman las cámaras. Dado que las cámaras descubiertas habían
permanecido totalmente inaccesibles desde la construcción de la
pirámide hasta ese momento, aquello significaba que estaba ante una
prueba indiscutible sobre quién fue el constructor.
Algunos
han querido cambiar la verdadera historia de este descubrimiento,
acusando a Vyse de falsificar la prueba encontrada, pero no vamos a
entrar a tratar ni discutir aquí todas las falsedades y estupideces
inventadas sobre Vyse, simplemente demostraremos que su hallazgo es y
seguirá siendo, una evidencia indiscutible sobre la autoría de
la Gran Pirámide, a pesar de que alguno que otro nunca quiera
reconocerlo o su escasez neuronal se lo impida.
Posición
de las cinco, mal llamadas, "Cámaras de Descarga" de la
Gran Pirámide, que se encuentran sobre la cámara funeraria del rey
Jufu. |
Primera
Cámara de Descarga (de Davison).
Segunda
Cámara de Descarga (de Wellington).
Tercera
Cámara de Descarga (de Nelson).
Cuarta
Cámara de Descarga (de Lady Arbuthnot).
Quinta
Cámara de Descarga (de Campbell): primer plano del cartucho en ocre
rojo del rey Jufu (Keops), descubierto por el coronel británico R.
Howard-Vyse. |
Grafito
de uno de los equipos que trabajaron en la pirámide de Jufu (Keops) y
que se encuentra en la quinta cámara.
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Comenzaremos
a describir los motivos que demuestran que estamos ante unas
inscripciones que no han sido falsificadas:
Algunos
de los bloques de las cámaras de descarga son los más grandes y
pesados que hay en toda la pirámide (lo que hace que no exista forma de
haberlos colocado ahí una vez finalizadas las obras) y están
"firmados" por el capataz de los grupos o equipos de
trabajadores. Se firmaron por ser unos bloques especialmente importantes
y porque se tardarían meses en verlos colocados en su lugar. Por eso
mismo además, la firma identificaba a qué grupo pertenecía cada
bloque (eso no es necesario para pequeños bloques que se ponen en un día sin
el mayor mérito). Y naturalmente a la hora de poner el bloque, lo que no
se hizo es darle la vuelta a varias toneladas para que la
firma, que solamente servía para el camino, quede bonita y bien colocada, eso sería
absurdo. Por ello vemos que los grafitos se encuentran en
posiciones aleatorias, lo que además evidencia que se pintaron antes de
colocarse, seguramente en la misma cantera. Este hecho, como era de
esperar, no es un caso aislado encontrado en esta pirámide, hay
bastantes marcas muy similares tanto en canteras como en otras
pirámides: sin ir más lejos, se han hallado entre otros lugares, en el suelo de la cámara funeraria de la
Pirámide Encorvada de Seneferu, en otros bloques encontrados en Dashur
o en Abusir, aunque esto lo veremos más adelante.
En
la siguiente imagen he marcado en rojo el signo que significa
"equipo" (aper en egipcio) apr,
que es el Aa39
en la clasificación de Gardiner y es una forma arcaica y estilizada del
Aa20 (otra forma es elAa20a).
La imagen muestra algunas de las inscripciones encontradas en las
cámaras de descarga. He marcado también en azul, el signo nefer,
por lo que explico seguidamente.
En las cámaras de descarga encontramos pintado en ocre en varias
ocasiones el signo "nefer" nfr,
una marca típica de los canteros egipcios, que la usaban para
señalar los bloques que ya estaban en buenas condiciones para ser
utilizados o en la roca de buena calidad. Arriba tenemos la posición de uno de esos signos en la
quinta cámara de la pirámide y a la derecha tenemos el ejemplo de la
tumba de Ptahsespes, en Abusir. |
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Una
evidencia que nos demuestra que estamos ante inscripciones realizadas en
las mismas canteras, la encontramos en
uno de los signos, que además está escrito en la pirámide en su forma
arcaica y estilizada por tratarse de una escritura jeroglífica cursiva
o hierática; hablamos del conocido signo que fonetizamos como "nefer". Por
ejemplo, en la tumba de Ptahsespes en
Abusir, también podemos encontrar bloques marcados de igual forma que
en las cámaras de descarga de la Gran Pirámide con dicho signo que indica
el bloque de piedra es bueno, perfecto o terminado y puede ser llevado a su destino.
Las
líneas de nivelación que utilizaban los albañiles en las
construcciones, están por encima de las inscripciones, con lo cual
tenemos otra evidencia de que los signos ya estaban ahí antes incluso
de colocarse las rocas en su lugar definitivo.
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Traducción:
¡Qué
poderoso es el equipo de la Gran Corona Blanca de Jnum-Jufuy (Keops)! (por
el Egiptólogo Mark
Lehner).
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Detalle
de la zona en la que la línea de nivelación solapa el cartucho
de Jnum-Jufuy (Keops) que podemos ver a la izquierda. |
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Las
citadas líneas de nivelación eran utilizadas para colocar y alisar
los techos y suelos de las cámaras. Las rocas se cincelaban y los
fragmentos se iban retirando poco a poco hasta
dejarlas planas y a nivel. En
la fotografía superior vemos además que la inscripción del
cartucho que contiene el nombre del rey, está bastante
difuminada y es poco visible, posiblemente debido a haber sido
expuesto al sol durante algún tiempo y además por los posibles
roces que haya sufrido durante su transporte. En cambio, la
línea de nivelación presenta un tono mucho más rojizo al no
haber tenido que soportar esas mismas desventuras, ya que fue
pintada tras la colocación del bloque y por encima de algunas
inscripciones como la mostrada. |
También
nos encontramos hasta con la fecha en el que se pintaron las inscripciones: En el "Año
16 de reinado, primer mes del Ajet (de la inundación)
día...".
La
siguiente imagen está invertida para que podamos observar que la
mayoría de inscripciones quedaron escritas sin tener en cuenta que
pudieran ser legibles, dado que ahí nadie iba a poder entrar jamás.
También vemos cómo se utilizaba la línea de nivelación (primer
registro) eliminado la roca que quedaba por debajo de ella. Sucesivas
líneas habrían terminado por dejar totalmente plano el suelo (ahora en
la parte superior de la imagen), pero el trabajo se debió abandonar
dado que no tenía mucho sentido perder el tiempo en unas cámaras que
iban a quedar aisladas completamente.
Vemos
además que ninguna de las inscripciones están contenidas en dos rocas,
es decir, no empiezan en un bloque terminado en el contiguo y por tanto tenemos otra indicación de que no fueron pintadas tras
colocar los bloques. Como nota adicional comentaré que el equipo de
trabajo que aparece más veces mencionado, es el de la Gran Corona
Blanca de Jnum-Jufuy.
Pero
¿por qué sólo encontramos jeroglíficos en un lugar en el que no iban
a ser visibles?, por eso mismo precisamente (además de lo ya mencionado
anteriormente): Las costumbres funerarias de la época lo impedían, eso
no cambió hasta el reinado del último rey de la V dinastía, Unas, y a
partir de él ya todas las pirámides contendrán textos en su interior.
Esto
no impide que muchas otras rocas estén firmadas de igual forma en el
interior de la Gran Pirámide, pero quizá nunca las podamos ver debido
al lugar en el que estén situadas.
En
la fecha en la que Vyse descubrió estas inscripciones, no se sabía
todavía que el nombre completo de Jufu era Jnum-Jufuy, se conocía ese
nombre pero se pensaba erróneamente que era el de otro rey, sin embargo ahora sabemos
que son la misma persona y ambas formas de escribir el nombre las
encontramos en las cámaras de descarga. Pero no es lo único que Vyse
desconocía sobre los nombres del rey:
El
Horus
Medyedu es el nombre de Horus de Jufu y además es otro dato que no
conocía Vyse, pero aún así lo encontramos escrito varias veces en las cámaras.
En este nombre se utiliza una forma cursiva del signo Aa23b, que junto a
otros como el Aa24, es una versión del Aa23 utilizada en el Imperio
Antiguo y precisamente es una de las menos comunes, es decir, el signo
utilizado en la Gran Pirámide será identificado y clasificado mucho
tiempo después del descubrimiento de Vyse.
La
obra Voyage
de l’Arabie Pétrée
de Léon de Laborde (1.807-1.869) y Louis Linant de Bellefonds (1.799-1.883)
se publicó en París y bajo suscripción, entre 1.830 y 1.833.
En ella aparece reproducida la inscripción anterior que se encuentra en
el Sinaí y que muestra los distintos nombres de Jufu, tanto el Horus
Medyedu como el nombre completo Jnum-J(u)fu(y), pero tanto la época
como la forma de publicación impidieron que esos datos fueran conocidos
por los egiptólogos antes de 1.840, de hecho el propio David Roberts se
inspiró en dicha obra para crear sus famosas litografías entre 1.842 y
1.849.
La
demostración de que Vyse no conocía ni utilizó esta obra en 1.837 la
tenemos en las mismas inscripciones, ya que el signo representado en el
nombre de Horus es el común Aa24, mientras que el signo que aparece en
las cámaras es el mencionado y mucho menos común Aa23b. Además
esta inscripción demuestra que Jnum-Jufuy y Jufu son la misma persona,
sin embargo podemos comprobar que el error cometido por John Gardner
Wilkinson en su Materia Hieroglyphica al confundir a Jnum-Jufuy
con el nombre de otro rey distinto a Jufu seguía vigente en 1.837 y
tiempo después.
Por
otro lado, algunas
de las inscripciones de las paredes, se encuentran tapadas por las rocas
del suelo (la imagen de arriba está invertida) de las cámaras. La
separación existente hoy día entre pared y suelo permite comprobar que
las pinturas continúan por la zona tapada y no accesible al pincel de
un falsificador.
Consideraciones
finales:
En
una época en la que la egiptología estaba en pañales y los
conocimientos de escritura jeroglífica en Egipcio Medio eran básicos,
desconociéndose casi por completo el Egipcio Arcaico utilizado durante la
IV dinastía, encontramos que las cámaras están llenas de
inscripciones en esa escritura pintadas en jeroglífica cursiva y
utilizando formas antiguas de signos que no se conocían en ese momento.
Los poderes de adivinación de Vyse son tan asombrosos, que hasta
adivina además los nombres de Jufu y no teniendo suficiente con ello,
llega a pintarlos donde no hay forma humana de hacerlo, tras rocas
pegadas a la pared e incluso bajo líneas de nivelación... seamos
serios.
Por
todo lo comentado en el artículo y sin ni siquiera tener en cuenta la
datación ya realizada con el Carbono 14, que arroja la misma fecha respecto a
la construcción, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que Vyse no
falsificó nada, que esas inscripciones se realizaron en la época de la
construcción de la Gran Pirámide y que evidentemente, Jnum-Jufuy es el
responsable y dueño de la misma.
Nota:
Como
dato adicional sobre la comprobación de la autenticidad de las
inscripciones encontradas por Vyse, también menciono un fenómeno
físico-químico bien conocido por los arqueólogos: La difusión
es un fenómeno que ocurre entre cuerpos en contacto, por el cual se
produce una "mezcla" entre las moléculas de ambos, llegando a
insertarse parcialmente el uno en el otro. Quizá la forma más
fidedigna de utilizar este dato, sería tomar una muestra y analizarla al
microscopio, midiendo exactamente hasta qué punto llega la difusión
entre
roca y pigmento. Sabiendo los gradientes de difusión entre ambos, ya sólo
es
cuestión de aplicar una fórmula para saber una fecha muy aproximada de
cuando
se aplicó ese pigmento sobre la roca. Pero el sistema puede considerarse
válido sin hacer
un
examen tan profundo, simplemente teniendo en cuenta que una revisión
ocular
ya permite apreciar que los niveles de difusión que encontramos en las
cámaras de descarga no han podido producirse en tan
poco tiempo como es desde 1.837 hasta la actualidad. De hecho, de esta forma se reconocen
hoy día bastantes falsificaciones, sin necesidad de perder tiempo y dinero en hacer el análisis
completo.
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