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No tomarás el nombre de Lauer en vano
 

 Como respuesta al comentario *Otra evidencia manifiesta de supina ignorancia y desconocimiento* del "blog" de Teresa Soria llamado "Enemigos de la Egiptología", Francisco J. Martín Valentín ha intentado argumentar recientemente, en el suyo propio, el "motivo de sus pifias". Por un lado debemos felicitar al último por "intentar argumentar" en lugar de utilizar otros métodos mucho menos loables y a los que, por desgracia, ya estamos acostumbrados en la Egiptología, pero por otro sólo podemos lamentar que nuevamente haya conseguido demostrar su falta de conocimientos en esta disciplina. Sin duda esa no será la visión de sus "seguidores incondicionales" que conozcan todavía menos que él la materia que se está tratando y por ello creo que debemos explicar al público general los motivos por los que sus supuestos argumentos son sencillamente patéticos y una forma absurda de "salir al paso" ante las críticas de Teresa.

 

 Puesto que parece ser costumbre de Valentín citar las antiguas enseñanzas egipcias, dejaré aquí un enlace a las de Ptahhotep con la esperanza de que algún día aplique alguna sobre su persona.

 

 Para poder discutir sus argumentos no nos queda más remedio que citarlos textualmente en parte, aunque intentaremos resumir todo lo posible para no hacer perder su preciado tiempo al lector y no añadiré notas al pie puesto que muchas personas suelen omitir su lectura. Comenzamos con su primera respuesta:

Las dudas que se han suscitado vienen en relación, primero, con la expresión ‘lejano Sur de Egipto', falta de comprensión que seguramente obedece, o a una atropellada lectura de mi artículo, junto a un evidente desconocimiento geográfico de Egipto por parte del interpelante, o a una evidente intención de tergiversar el texto.

Se trata de una imagen que pretende explicar, cómo desde el lejano Sur de Egipto, (en relación a Menfis, la capital del Norte), hasta la zona de El Fayum (también al Sur de Menfis), están ubicadas las siete pirámides que se mencionan.

 En su criticado artículo decía textualmente "Sin embargo, las pirámides no fueron un fenómeno exclusivo de Menfis, la capital del Norte y sus alrededores; no es demasiado sabido que, en el lejano  Sur de Egipto también se construyeron en esta época, al menos, otras siete pirámides escalonadas...". Las citadas pirámides se distribuyen a lo largo de Egipto, desde el norte (aunque Seila esté al sur de Menfis, no se trata del "lejano sur de Egipto" sino más bien el "cercano norte") y pasando por el Egipto Medio hasta llegar al "lejano sur" viajando cientos de kilómetros. Para ilustrar quién conoce la geografía de Egipto y quién no, en la siguiente fotografía de satélite del país he unido mediante una línea la pirámide de Seila con la situada en la isla de Elefantina de Asuan:

 

Vista satélite de Egipto que demuestra que algunos "han perdido el norte"

 

 Seguidamente dice Valentín "En segundo término, la duda se refiere al párrafo en el que afirmo que ‘....Se trata de pequeñas edificaciones, quizás alzadas para albergar los cuerpos de esposas reales, aunque los arqueólogos no han concluido sus trabajos y conclusiones al respecto.' También se advierte claramente un evidente desconocimiento, no exento de perversidad, al plantear las críticas con las que se cuestiona dicha afirmación.".  Y acto seguido intenta apoyarse en las palabras escritas por el ilustre Jean-Philippe Lauer en la reedición de su libro "Le Mystére des Pyramides" en 1988, hace nada menos que 19 años (más de 30 desde la primera edición), cuando por entonces solamente hacía un año (1987) que la Brigham Young University había descubierto las estelas de Seila y todas las teorías sobre estas pirámides estaban aún gestándose. No mucho después I.E.S. Edwards dijo en su libro "Las pirámides de Egipto" (también reeditado en numerosas ocasiones, incluso en español en el 2003): "¿Cuál era la finalidad de estas pirámides? En las que hasta ahora han sido completamente exploradas no se ha descubierto nada que sugiera que fueran construidas para ser utilizadas como tumbas. J.P. Lauer ha expresado la idea de que eran cenotafios para reinas..." (Pág. 81 de la versión hispana), es decir, jamás ningún prestigioso y moderno profesional de la Egiptología se ha planteado la posibilidad de que fuesen destinadas a albergar los cuerpos de esposas reales, tal y como afirma Valentín, incluyendo las ya anticuadas afirmaciones de Lauer, que se planteaba la posibilidad de que pudiera ser un cenotafio (o tumbas simbólicas sin cuerpo). Por tanto, que Valentín se busque las excusas que desee para justificar sus pifias y que intente manipular las obras de los más famosos Egiptólogos, pero él, en su profundo desconocimiento de la materia ha sido el único aficionado a la Egiptología, que yo conozca, capaz de decir semejante barbaridad.

 

Por lo comentado en el párrafo anterior y por las afirmaciones que seguidamente analizaremos, he decidido titular este artículo "No tomarás el nombre de Lauer en vano" pues aún siendo un grande de la Egiptología escribió su citado libro en una época en la que no se tenían todos los datos que ahora podemos manejar; además sus palabras han sido malinterpretadas y manipuladas intencionadamente para simular que decía algo que realmente no decía. Encima Valentín, que firma como ¿"Egiptólogo"? sin haber estudiado esa carrera, para defender sus argumentos se basa principalmente en libros divulgativos y no en los estudios específicos que debería de manejar habitualmente alguien que cree ser Egiptólogo. Pero esta parte de la crítica la dejaré en manos de la principal afectada en este "debate", Teresa Soria, que ya la ha publicado en su "blog" bajo el "post" Me reitero: desconocimiento y atrevida ignorancia. Y añado: tergiversación y manipulación. Mucho tendría que haber leído Valentín antes de atreverse, no ya a abordar esta cuestión, sino además pretender darnos lecciones sobre ella.

 

Continuando con más afirmaciones gratuitas vertidas por el protagonista del presente artículo: "No cabe hacer más hincapié sobre el asunto. Al día de hoy, el criterio unánime de los egiptólogos es que todas las hipótesis son posibles y que nadie sabe con certeza que utilidad tenías esas pirámides". Pues bien, nada más lejos de la realidad: No todos los Egiptólogos (por prestigiosos que sean algunos) están bien informados sobre la teoría actualmente más aceptada sobre estas construcciones y para cuya explicación me vuelvo a remitir al "blog" de Teresa, pero en ningún caso su criterio está relacionado con que todas las hipótesis son posibles y por tanto eso le da a Valentín "carta blanca" para escribir lo que le apetezca sobre esas pirámides. No "estimado amigo", lo siento pero los que no leemos solamente los trabajos publicados hace 30 ó más años, tenemos una visión muy distinta.

 

Y ahora nos toca la "introducción a la piramidotología" con la que Valentín intenta "hacerlos comulgar":

No discutiré con quien dice saber más de pirámides y matemáticas que el gran arquitecto, arqueólogo y egiptólogo que fue el llorado Jean Philippe Lauer; solo traduciré algunos fragmentos de una de sus obras que, con todo respeto, inspiraron mi citada afirmación:

 

‘De inicio desde el punto de vista astronómico, el solo hecho indiscutible que se puede revelar en estos monumentos, y en particular en Guizeh, es el extremo cuidado con que se ha procurado su orientación. El resultado más extraordinario se encuentra en la pirámide de Kheops, donde la desviación media no es más que de 3 minutos y 6 segundos; pero la precisión no es apenas menor en Khefren y en Mykerinos, donde esta desviación es respectivamente alrededor de 5 minutos y medio y de 14 minutos, así pues, en todo caso, mínimas...... (Jean-Philippe Lauer, Le Mystére des Pyramides. París, 1988, 227).

Que la desviación de esas pirámides sea expresada en grados y resulte sorprendente para Lauer teniendo presente la época de la que hablamos, no lleva a justificar las palabras de Valentín "...Tales son, la precisa orientación de las tres de Guisha y, desde el punto de vista matemático, la existencia de destacables propiedades geométricas, así como ciertas relaciones de orden numérico que han sido debidamente señaladas por los investigadores..." pues si se expresan en centímetros podremos comprobar que la Gran Pirámide se desvía más de 30 y que tal error cometido en una edificación tan grande podría ser corregido fácilmente por la tecnología moderna, lo sorprendente es la relativa precisión para los medios de la época, cosa que no debe de servir de excusa para insinuar otras cosas. Respecto a las relaciones de orden numérico que han sido debidamente señaladas por los investigadores, nuevamente Valentín manipula las conclusiones de Lauer, que en la misma obra llega a la siguiente: "Nous avons ainsi la preuve évidente que cette pente [14/11] a resulté directement de la proportion même du profil des grandes pyramides à degrés de la IIIe dynastie; et rien n'autorise, par consequent, a supposer que l'architecte de Kheops ait pu, plus que celui de la pyramide de Meidum, avoir conscience de l'existence de rapports phi ou pi recelés dans ces proportions de la pyramide”, es decir, Lauer nuevamente dice justo lo contrario de lo que pretende Valentín y piensa que esas supuestas relaciones numéricas son un mero resultado fortuito. Las mismas conclusiones a las que llegué yo mismo en mi artículo "Relaciones numéricas en las pirámides" ya hace unos cuantos años, o también las mismas a las que llegan todos los Egiptólogos actuales bien informados. Si bien Lauer se planteó una cuestión defendida sólo por los que Valentín llama "investigadores" y que ya desde antes de Lauer todos los Egiptólogos llamaban y llaman actualmente "piramidiotas", fraccionar la parte de su obra en la que solamente comienza a describir  "el estado de la cuestión" y no mostrar las conclusiones a las que llegó finalmente solamente puede ser debido al intento, por parte de Valentín, de justificar una más de sus pifias a cualquier precio, aún por encima del honor y prestigio del gran arquitecto, arqueólogo y egiptólogo que fue el llorado Jean Philippe Lauer.

 

Para terminar, un último comentario de Valentín: "¿Qué más añadir ?. Solo que, de verdad, me siento muy dichoso porque mis artículos se leen con tanta atención, lo que evidencia que mi trabajo es muy positivo". Lo único evidente es lo contrario, su "trabajo" es muy negativo y si algunos nos molestamos en leerlo es precisamente para poder denunciarlo, pues es una pena que algunas personas le sigan engañadas por los conocimientos que les suponen y no sepan la verdad. Respecto a otro apunte que nos hacía en un "post" anterior: "En cuanto a los cantos de sirena y a los ladridos nocturnos nada que decir....ni unos, ni otros, modificarán nuestra andadura por el camino recto emprendido desde hace ya demasiado tiempo". No ponemos en duda que nada les hará modificar su andadura, ahora bien, que ese camino sea recto es algo muy distinto.

 


Fecha de realización de este artículo:
14 de septiembre de 2007

Autor: Juan de la Torre Suárez 


Bibliografía: Libros prestados a la Biblioteca de la ASADE (Asociación Andaluza de Egiptología) por Juan de la Torre Suárez y Teresa Soria Trastoy.


 

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