La
cara de la Gran Esfinge
En
la actualidad existen diversos autores que defienden la teoría de que
la Gran Esfinge de Guiza pudiera haber sido obra del rey Jufu (Keops) y
no de Jafra (Kefrén), tal y como se ha pensado tradicionalmente. A
continuación vamos a analizar los distintos argumentos utilizados para
defender esta teoría y a exponer los que la contradicen.
El
primero de ellos se basa en la posición de la calzada y templo bajo de
Jafra, que parecen estar buscando la posición junto a la esfinge como
si ya se encontrase ahí antes de comenzar las obras de estos elementos:
La
Gran Esfinge se encuentra tallada en la roca de una cantera que
evidentemente ya estaba ahí antes de construirse la calzada y el
templo, por tanto en los planes de construcción pudieron preverse también
la talla de la esfinge que no tendría que estar ya realizada.
Estudios
fisonómicos que comparan el rostro de la esfinge con las estatuas de
Jafra y dicen no encontrar parecido, mientras que sí lo encuentran con
la estatuilla de Jufu encontrada en Abidos por Petrie y que se conserva
en el Museo Egipcio de El Cairo:
Estatuillas
de Jufu y Jafra respectivamente.
La
titulatura real incorporó el quinto nombre de "hijo de
Ra" bajo el reinado de Dyedefra y sucesivos monarcas. Se
piensa que Jufu llegó a identificarse con el
mismísimo Ra y el culto solar fue en aumento en los
siguientes reinados y dinastías. Entonces ¿qué
demostraría que la cara de la Esfinge fuese la de Jufu?,
Jafra, como orgulloso hijo de Ra, pudo haberla tallado con los rasgos
de su padre sin que ello signifique que no sea obra suya. Y
esto en el supuesto de que los rasgos sean
los de Jufu, cosa que está por demostrar.
De
todos los reyes del Imperio Antiguo hay pocas imágenes, aunque de
Jafra es de los que más hay, pero en la mayoría
encontramos rasgos distintos. Si nos
fijamos en los siguientes ejemplos podemos observar que
el rostro de la corona roja ni se parece a los
demás y si nos vamos a las imágenes superiores, al comparar la cara de
la estatuilla de Jafra que lleva la corona blanca con la de Jufu, el
parecido es bastante evidente y todo argumento fisonómico que se pueda
dar sobre el parecido de rasgos entre el último y la esfinge, podría
aplicarse a esta estatuilla de Jafra encontrada junto a su pirámide en
las "galerías o barracones" de los artesanos (situación en
la imagen adjunta).
Distintas
representaciones de Jafra.
El
argumento del nemes: "La esfinge
lleva por tocado la forma más antigua, completamente plisada,
del nemes, al igual que en el fragmento de la cabeza de una
estatua de Keops conservada en el Museo
Metropolitano de Nueva York, sin ninguna cinta alrededor
de la cabeza en forma de un pliegue en relieve sobre la frente.
Esto último será la regla a partir de Dyedefre. Durante el
reinado de Kefren sólo están plisadas las
partes del nemes que cuelgan sobre el pecho, pero nunca
la toca".
Las escasas representaciones del nemes que
nos han llegado del Imperio Antiguo, tienen la
toca lisa. Pero algunas de las barbas
en ocasiones se representan lisas y en
otras plisadas (ver imágenes superiores) o como
el pelo o pelucas, que a veces
se representan lisas y en otras plisadas (por ejemplo la cabeza
de alabastro de Menkaura del Museo de Boston) o como el faldellín...
Como no nos han llegado demasiadas
representaciones reales del Imperio Antiguo y menos
aún con el nemes, creo que no podemos basarnos en unas
cuantas estatuas para tomar como norma
general eso de que "el nemes se representaba
liso" a partir
de Jufu y más teniendo en cuenta que la única estatua
encontrada con nemes antes de Dyedefra es
precisamente la de Dyeser, es decir, la que se considera
como "forma más antigua" de representación del nemes en una
estatua. Si avanzamos en el tiempo nos encontramos numerosos
nemes lisos y plisados, por tanto y en mi opinión,
ambas formas de representación fueron válidas
desde sus inicios.
El último argumento, barba ceremonial:
"Ni la estatuilla de marfil de Keops, ni las cabezas Brooklyn
46.167 y Berlín 14.396
que se le atribuyen, ni las imágenes suyas en
los relieves la llevan. Por el contrario, todos
los reyes posteriores de la IV Dinastía, Dyedefre,
Kefren y Micerino, llevan siempre la barba ceremonial tanto en
relieves como en esculturas".
La cabeza de Brooklyn 46.167 se ha
atribuido siempre a Huni, aunque ahora otros
autores piensen que puede ser Jufu y sólo la de marfil
encontrada en Abidos se le puede atribuir con
seguridad al llevar inscrito su nombre de Horus,
el resto se supone por cuestiones estilísticas
que pueden no ser acertadas. En cualquier caso nos
encontramos con una escasez de imágenes que nos
impide poder afirmar que Jufu nunca llevaba barba y
que los demás sí. Cercanos a estos reinados están los de
Usekaf, Teti I, Pepi I, etc. y encontramos
representaciones con y sin barba ceremonial. Sin ir
más lejos, el propio padre de Jufu, Seneferu, tiene representaciones
sin y con barba...
si sólo se hubiesen encontrado
representaciones de Seneferu sin barba... ¿podríamos afirmar que
jamás la llevó con tan escasos ejemplos?.
A
continuación y considerando descartados los argumentos en contra de
Jafra como autor, voy a enumerar distintos indicios que
pudieran indicar que la Gran Esfinge es,
efectivamente, obra suya:
- Tenemos la tradición egipcia y la
situación-orientación de la Esfinge. Ambos criterios muy
importantes a tener en cuenta.
- El nemes la sitúa en el Imperio Antiguo y siempre tras el
reinado de Dyeser. Por su tamaño y zona en la que se talló,
la situamos en la IV dinastía y tras el
reinado de Seneferu. Los principales candidatos
hasta el momento son Jufu, Jafra y Menkaura, que son los que
construyeron en la época y zona de forma
"colosal" sus complejos funerarios.
Los estudios del carbono 14 la sitúan también
en esta dinastía y el hecho de no existir esfinges
antes del reinado de Dyedefra, creo que también nos ayuda a
situarla (de haber estado ahí mucho antes, como afirman
algunos, es bastante raro que no exista ninguna
representación por ninguna parte).
- La Gran Esfinge es uno de los monumentos más estudiado y mejor
analizado del mundo. Gracias a esos profundos estudios
sabemos que muchas de las rocas del Templo de la Esfinge
provienen de las retiradas de la propia
Esfinge. Es decir, quien construyó el templo fue el mismo
autor de la Gran Esfinge, por fuerza. Salvo los
bloques añadidos en restauraciones, toda la esfinge fue
tallada en la misma fecha, es decir, la cabeza presenta menos
erosión por ser de estratos más duros que el
cuerpo. Por tanto no ha habido jamás una usurpación,
la Esfinge fue tallada y parte de los bloques sobrantes fueron a
parar a su propio templo. Esto es importante aclararlo, para
que no se pueda pensar que alguien pudo llegar
y tallar su cabeza en un monumento anterior porque
está desproporcionada en tamaño respecto al cuerpo (sobre los
motivos de la desproporción, ver pág. 127 de
"The Complete Pyramids" de Lehner).
El cuerpo también es demasiado largo en
proporción y todo es debido al intento de impedir
que la esfinge se desmoronara por ser roca de
mala calidad, llena de grietas.
Si el autor del templo y de la Esfinge son el mismo, busquemos
templos con estilo constructivo y planta muy
similares al primero: sólo encontramos el
patio del Templo Alto de la Pirámide de Jafra. Adjunto un fragmento
de mi artículo sobre la Estela del Inventario
publicado en el BASADE I (2.003), para
explicar mejor este aspecto:
"El
templo de la Gran Esfinge, situado frente a ella y orientado de Este
a Oeste tiene una serie de peculiaridades que
Herbert Ricke y Siegfried Schott han
interpretado de la siguiente forma: El templo
tiene, dispuestos de forma anómala, dos
santuarios; uno al Este y otro al Oeste, lugares por donde sale
y se pone el sol respectivamente. Esos
santuarios pudieron estar dedicados a Jepri (Ra
cuando amanece) en el Este y Atum (Ra al anochecer) en el Oeste.
El patio central está rodeado de veinticuatro
pilares que pueden simbolizar las doce
horas del día y de la noche, más otros cuatro (dos en cada
santuario) que podrían interpretarse como los cuatro pilares
del cielo, los brazos
y piernas de Nut.
Al igual que otros muchos templos de Egipto, en el de la Esfinge
encontramos simbolizado el ciclo solar. En el
patio del templo también había diez estatuas
del rey Jafra sentado, posiblemente muy
similares a las que había en sus Templo Alto
y del Valle. En el último Mariette encontró la estatua de
diorita que se conserva actualmente en el
Museo Egipcio de El Cairo. El patio del
Templo Alto es muy similar al de la Gran Esfinge, pero en lugar de
diez contenía doce estatuas del rey. Esas estatuas también
pueden simbolizar doce horas y quizá
no se llegaron a poner las doce en el Templo de la Esfinge
por razones de espacio. Las puertas del Templo del Valle estaban
flanqueadas por esfinges, así que es evidente que cuando
hablamos de Hurun-Harmajis podemos estar
refiriéndonos a cualquier esfinge como imagen que
es del dios Ra- Horajty, la Gran
Esfinge no era la única que había en la zona
y todas ellas miraban hacia oriente tal y como se desea al final de
la estela".
Para
terminar, sólo aclarar que el tema de las estatuas se sabe por los
huecos que todavía hoy son visibles en el suelo de los
distintos templos construidos por Jafra, que no
están presentes de igual forma en los de Jufu o
Menkaura. El único rey de la IV dinastía que construyó patios
completamente rodeados de sus propias estatuas sedentes en sus
templos fue Jafra y el de la Gran Esfinge es
casi idéntico al del Templo Alto. Si él construyó
sus templos con esa característica común y única, posiblemente
hizo lo mismo con el de la Gran Esfinge y por tanto debió ser
el autor de la misma, al haber utilizado en su
templo los bloques retirados del montículo rocoso
que más tarde sería la Esfinge.
Sumadas todas las razones enumeradas, creo
que sí son buena base para pensar que la Gran
Esfinge es obra de Jafra.
©
2003
Juan de la Torre Suárez
Bibliografía:
Libros prestados a la Biblioteca
de la ASADE (Asociación Andaluza de Egiptología) por Juan de la
Torre Suárez y Teresa Soria Trastoy.
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