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LiteraturaJeroglíficos y escrituras egipcias (hierático, demótico, copto)

Amanuense: El Rincón del Jeroglífico Egipcio

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Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México. Junio de 1996

 

Documento elaborado por:

 

Luis Enrique Domínguez Velasco

(luisenrique.dominguez@correoweb.com)

Ricardo Sotelo Mora

(thannyax@mpsnet.com.mx)

 

 

 

NOTA: Facilitamos este trabajo para ayudar a ahondar en la investigación, no para entregar al profesor una copia de este. Gracias.

 

(El documento original contenía imágenes que fueron suprimidas por razones de espacio)

 

LITERATURA

 

*Evolución de la escritura

*La escritura jeroglífica

*El problema del mito y del absolutismo

*Himno al Nilo

*El "Libro de los Muertos"

*Textos de los sarcófagos

*Textos de las pirámides

*La poesía Lírica egipcia

*El canto y el baile

*El "Canto del arpista"

*Himno en honor de Egipto

*Canción

*Himno a Atón

Literatura

 

Evolución de la escritura

La escritura progresó desde los cortos períodos de signos pictóricos hasta el desarrollo de una caligrafía que disponía de un amplio número de signos. Los egipcios descubrieron una superficie para escribir muy superior a las tabletas de arcilla de Mesopotamia: el papiro. La médula de la planta del papiro fue cortada en tiras de la misma longitud, colocándolas, una vez planas, unas junto a otras hasta conseguir unas tersas láminas en las que los escribas escribían con tinta. Papiro es el inicio de la palabra inglesa " paper ".

 

La escritura jeroglífica.

Los egipcios tuvieron una religión politeísta y naturalista que desempeño un papel muy importante en la escritura, la vida política, social, económica y artística del pueblo. En el período predinástico, los egipcios crearon una escritura simbólica en la que utilizaban figuras convencionales llamadas signos pictográficos, de los que servían para representar ideas o palabras. Estas escritura se desarrolló a 600 a.C., y recibió el nombre de escritura jeroglífica ("tallada sagrada"), ya que fundamentalmente se empleaba en los textos sagrados.

 

La forma inicial de esta escritura se modificó para facilitar su utilización en escritos de carácter administrativo y comercial, dando con ello lugar a otros 2 tipos de escritura más simplificada: la hierática, que al no ser sino una reducción de la jeroglífica resultaba aún demasiado complicada para ser utilizada por la gente común; y la demótica, que sustituyó a la anterior a partir del siglo XVII a.C., y fue la que utilizaron los escribas para realizar más rápida su tarea de registrar las múltiples actividades del imperio.

 

Al iniciarse el Imperio Antiguo fue ideado un sistema que contaba solamente con 24 signos silábicos. Esto representó un adelanto sorprendente, cuyo siguiente paso la separación total de los caracteres silábicos en signos vocálicos y consonánticos independientes  estaría reservado a la inventiva fenicia, 1500 años más tarde.

 

Durante siglos la escritura jeroglífica permaneció sin descifrar. El egiptólogo francés Jean Francois Champollion (1790-1832) estudió pacientemente una inscripción fragmentaria grabada en basalto: la piedra Rosetta. La inscripción incluía la versión en lengua griega de las escrituras hierática y demótica. Tras un minucioso estudio comparativo, Champollion halló la clave que le permitió descifrar los jeroglíficos egipcios.

 

El problema del mito y del absolutismo.

La concepción mitológica del universo, de la naturaleza humana y su destino, o la explicación simplista de las cosas y de los fenómenos proporcionan el mito y la leyenda, es uno de los motivos que explican la pobreza de la especulación filosófica y racionalista entre los egipcios.

 

El número de dioses egipcios se multiplica hasta lo inverosímil por la zoolatría y el animismo. Su intervención, incluso en los pormenores más insignificantes de la naturaleza y de la vida humana, bien dispensaba a los súbditos de los faraones de toda búsqueda racional en torno a causas y efectos naturales o al significado de la existencia y el trabajo del espíritu.

 

Himno al Nilo

"Loor al Nilo que sale de la tierra y viene a nutrir a Egipto. Riega los prados porque Ra lo creó para alimentar a toda clase de ganado; humedece los lugares desiertos, apartados del agua; es un rocío que cae del cielo.

Amado por Geb, el que cuida las mieses, hace florecer cada producto de Ptah; señor de los peces, hace volar a los pajarillos acuáticos contra la corriente.

Produce la cebada y el trigo para que los templos puedan celebrar festejos. Si la inundación es escasa, se cierran las narices y todos se empobrecen; las vituallas de los dioses menguan y millones de hombres son condenados a morir..."

"El es quien hace crecer los árboles según el deseo de cada cual, de tal modo que los hombres sufran su falta; gracias a él se fabrican las naves, porque las piedras no sirven al carpintero.

Por ti, Nilo, jóvenes y muchachas gritan de alegría, los hombres te saludan como rey. Sin mudar tu ley,

avanzas en presencia del Alto y del Bajo Egipto. Bebiendo tu agua el dolorido se vuelve contento, todo corazón se llena de gozo. El dios - cocodrilo ríe y la divina Eneada se glorifica por ti..."

 

El "libro de los muertos"

Título dado, en los primeros decenios del siglo pasado a la serie de capítulos, o mejor dicho, de poemas, fórmulas mágicas, conjuros e himnos a divinidades que se leen en el rollo de papiro que se encuentra ene el interior de las tumbas o en el sarcófago, junto al difunto.

 

El uso de acompañar a los muertos con textos religiosos funerarios es antiquísimo. En el reino medio. fórmulas y poemas mágicos aparecen trazados sobre las paredes de sarcófagos de madera y constituyen el conjunto llamado textos de los sarcófagos. Al aumentar el número de textos a principios del imperio nuevo, fue necesario valerse de una mayor superficie, de donde surgió la costumbre de transcribirlos en telas o lienzos de lino o en rollos de papiros. Finas decoraciones y viñetas policromadas acompañan y embellecen a menudo estas copias. No todo los ejemplares contienen igual número de capítulos o poemas; ni éstos se suceden siempre en el mismo orden, ni constituyen un conjunto ordenado de partes, ni están ligados según una disposición orgánica o lógica. El principio y el final, en su estricto significado, faltan siempre. Sólo en la Baja época empiezan a dibujarse un principio de agrupación coordina de los capítulos. El "libro de los muertos" se escribió primero en caracteres jeroglíficos; después en caracteres hieráticos, y mas tarde en demótico, el vulgar de los bajos tiempos. Se creía que el difunto podía resucitar luego de ciertas ceremonias mágicas practicadas sobre su cuerpo y que vivían en la tumba como en su casa, pudiendo incluso salir de ella a su antojo.

 

Sobre un ejemplar del libro de los muertos de la XXVI dinastía, conservado en el museo de Turín, se basó el alemán Lepsius para hacer una clasificación del heterogéneo contenido, que ha llegado a ser tradicional.. Lepsius catalogó al rededor de ciento sesenta y cinco capítulos, aunque sus sucesores han llegado a ciento ochenta y seis. La subdivisión que hizo, aunque discutible, sirve para poner un poco de orden en el conglomerado de fórmulas rituales, sortilegios, himnos y mitos que codifican creencias y usos anteriores, a menudo contradictorios, mal agrupados por un sincretismo tan piadoso como confuso.

 

Textos de los sarcófagos.

Con está denominación, adoptada por el uso, se conoce la serie de poemas y fórmulas de contenido mágico-religioso, cuya primera edición es debida a P. Lacau, y la mas reciente y ampliada, a De Buck. Se encuentran escritos en jeroglíficos cursivos en las paredes de los sarcófagos egipcios del reino medio (siglo XXXVII a. C.), en número variable, a menudo en fragmentos, según la superficie del sarcófago destinada a dicho fin, la clase social del difunto, las diversas tendencias del templo, la popularidad de los textos o, incluso, el capricho del recopilador, sin que se observe ninguna norma fija. Las fórmulas y los poemas constituyen la literatura funeraria de transición entre los textos de las pirámides y el "libro de los muertos". Incompletos y fragmentarios, son interesantes por que transmiten noticias preciosas sobre divinidades, la ultratumba y la vida que llevan allí los difuntos, y sobre concepciones completamente nueva respecto a los textos de las pirámides, considerados mas antiguos.

 

La divinidad máxima de la época es Ríe, el dios Sol, rey del cielo, a cuya corte entra el difunto como dependiente o como seguidor. Son frecuentes las menciones de Osiris, de su mito y de las divinidades relacionadas con él. El mismo difunto puede ser comparado a Osiris y puede personificar las vicisitudes de su pasión y resurrección. A principios del imperio nuevo (siglo XVII a. C.), resultando insuficiente la superficie del sarcófago para las fórmulas y poemas, y paulatinamente modificados y aumentados en números y longitud se extendió la costumbre de copiarlos, preferentemente, en papiro, que se colocaba en el sarcófago, junto al difunto; está es la redacción de textos mágicos-religiosos, conocida bajo la denominación corriente aunque impropia  del "Libro de los Muertos".

 

Textos de las Pirámides

Los orígenes de la literatura egipcia se pierden en la oscuridad de la prehistoria. Los textos de la pirámides eran antiquísimos y sagrados cuando fueron grabados. En tumbas anteriores al año 300 a C. se han encontrado inscripciones sin valor literario; que indican los nombres de los muertos o indicadores del contenido de los recipientes

 

En la actualidad se designan comúnmente como textos de las pirámides las largas inscripciones jeroglíficas en las paredes de las salas y los corredores de las cinco pirámides de Sakkarah. La primera de ellas construidas por Una último rey de las V dinastía; las otras cuatro. por Tepi, Pepi I, Meren-Ra y Pepi II de la sexta dinastía. Entre los reyes de las dinastías precedentes sobresalen Menes, fundador de la primera dinastía; Udimu primer "Nesutbit" o sea "aquel que pertenece al junco", símbolo del sur y "a la abeja", símbolo del delta y por lo tanto "señor de los dos países"; Zozer, quien ordeno edificar como tumba la pirámide escalonada. La IV dinastía comenzó con Snefru, quién fue el primero en agotar el blasón oval derivación del sello de los títulos reales.

 

Snefru tuvo por hijo y sucesor a Kéops, que en el lugar que ocupa la actual Gizeh construyó la gran pirámide, denominada por él "La Gloriosa". Dichos textos constituyen un manantial de noticias acerca de las creencias de los primitivos egipcios y también dan a conocer algún particular hecho histórico. Plegarias, himnos, encantamientos no tenían otro objeto que obtener la gloriosa resurrección del rey destinado a convertirse en dios y asegurarle, en el otro mundo, poder real, todo género de ventura y vida duradera. Con el transcurso de los siglos, la fe en la eficacia de las fórmulas mágicas disminuyó y aumentó la creencia, más espiritual, en el poder de las plegarias de los vivos; sin duda contribuyó poderosamente a tal evolución el influjo de la religión de Osiris, que antes del fin de la VI dinastía, se había extendido por todo Egipto. En efecto está religión prometía a todos sus fieles, sin distinción de clases sociales, aún vida ultraterrena y consecutiva a una resurrección de Osiris, encarnación del gran dios, primordial creador del cielo y de la tierra.

 

Entre lo ritos fúnebres explicados por los textos de las pirámides. sobresale el de la simbólica "abertura de la boca" al rey muerto, que tenía por objeto restituirle toda capacidad vital durante todo el período de las primeras dinastías. La ceremonia se realizaba sobre una estatua del rey; en la fase siguiente, en la de la resurrección, el rey estaba representado por un sacerdote que, yacente en un pequeño lecho, se fingía muerto, para sentarse después, como si renaciera, tan pronto como se pronunciaba determinada fórmula. La liturgia de las ofrendas consistía en la presentación de ciento cincuenta de ella, entre comestibles, bebidas y diversos ungüentos, cada uno acompañado de una fórmula que se creía transformaba el alimento en una sustancia incorpórea adecuada para nutrir la materia del rey.

 

Naturalmente, los himnos y las plegarias contienen mayor poesía. Es probable que los versículos también tuviesen metro, pues la forma es muy refinada, rica en adornos, y presenta asimismo la antiquísima fórmula del parallelismus membrorum.

 

En los textos de las pirámides reconocemos el más importante "corpus" de fórmulas y poemas funerarios, religiosos y mágicos del Egipto más antiguo. Aunque su redacción es fácil de datar, por ser contemporánea a la construcción de las pirámides, su composición se remonta a una edad imposible de precisar, pues a través de millares de líneas jeroglíficas se advierten concepciones religiosas y mitológicas diversas y discordantes, noticias y ecos de acontecimientos políticos e históricos, que pertenecen a un período bastante anterior a la V dinastía. Una parte importante de los textos se refiere a las ceremonias y fórmulas mágicas para la resurrección del difunto y su sucesiva ascensión a la ultratumba, colocada en el cielo. Una parte no menos amplia e importante es la que nos da noticia de las diversas concepciones del cielo, con detalles descriptivos sobre las localidades celestes, divididas en orientales, meridionales, occidentales y septentrionales.

 

El mundo de ultratumba era imaginado como reproducción del país egipcio, con sus campos, pastos, canales y lagos recorridos por las barcas maniobradas por barqueros, y castillos de los dioses. A las citadas localidades eran contrapuestas otras, subterráneas, en el "cielo de la noche", también pobladas de seres divinos. Los datos que los textos ofrecen para la reconstrucción de este "cielo inferior" sepultan algo imprecisos y vagos, en comparación con la abundancia de datos referentes al "cielo superior" y con lo que podemos leer en el "Libro de lo que existe en el Te e" así como en el "Libro de las puertas", etc.

 

El difunto en la ultratumba según una concepción, efectúa sus abluciones por la mañana en los numerosos lagos situados en la región oriental del cielo; encuentra su alimento, en abundancia, en el Campo de la Nutrición, que hay que buscar en la región septentrional; desempeña varios cargos: es escribano y banquero del dios Ríe, despensero de los dioses, etc.; posee, igualmente, casas, sillas, criados. En cambio, según otra concepción, es un ser astral, que forma parte del séquito del dios Ríay, como el dios, sale y se pone. La lectura seguida de los textos de las pirámides puede resultar pesada y monótona por el desorden conque, a menudo, se suceden los poemas y por las frecuentes repeticiones de imágenes y conceptos; pero hay que reconocer la lozanía y vigor de la expresión, la originalidad de muchos conceptos que en los textos captamos en su expresión antigua. Los verbos y vocablos se corresponden armoniosamente en la disposición sintáctica dela frase para la perfecta creación de la imagen, y para comunicarla nítida, sin halagos ni elegancias convencionales. El conocimiento de los textos de las pirámides, es importante para todo el que desea estudiar la religión y la civilización egipcia.

 

La poesía lírica egipcia

En la poesía lírica egipcia aparecen constantes referencias a la muerte y al dolor que causa la ausencia, junto a un sentimiento de alegría por vivir el momento. Está unión de elementos contradictorios permite al poeta expresar, sus emociones y sentimientos, como puede observase en el "Canto del artista", un poema que se encuentra esculpido en la tumba del faraón Antef, y en la "Canción", poema compuesto hacia el año 2500 a.C.

 

El interés de los egipcios por la muerte no significa que fueran tristes o pesimistas, al contrario; para ellos, una de las maneras para prepararse para la muerte era disfrutando la vida. La alegría de vivir de los egipcios se muestra en casi todas las manifestaciones artísticas de este pueblo: en pinturas y esculturas que decoraban los templos, en los objetos de uso cotidiano en la poesía.

 

En el Libro de los muertos se describe el viaje al más allá; contienen una serie de oraciones y fórmulas que el alma debe recitar ante dioses y demonios para llegar al trono del dios Osiris.

 

El canto y el baile

Los egipcios gozaban de la vida. Las escenas de fiestas en las paredes de las tumbas, los cánticos en los papiros y los instrumentos conservados, nos muestran lo mucho que significaba la música y la diversión. Celebraban grandes festivales públicos, en los que se entretenían millares de personas con cantos de música de flautas, arpas y castañuelas, y se bebía mucho vino. También se ejecutaba música en muchas ocasiones cotidianas. Cuando los vendimiadores pisaban la uva, otros hombres golpeaban rítmicamente dos palitos; los labradores les cantaban a sus bueyes mientras éstos trillaban el trigo con sus pezuñas; una princesa tañía el arpa cuando su esposo se relajaba en un diván; a lo largo de una procesión, los danzarines daban saltos mortales. No sabemos exactamente cómo sonaba la música egipcia, pero seguro que en un banquete tocaría un pequeña orquesta, con secciones de viento y de percusión, y es probable que la música fuera muy acompasada.

 

Las arpas variaban mucho de tamaño: algunas eran tan grandes como el que las tocaba. También era diverso el número de cuerdas, desde 4 hasta más de 20. Los címbalos de bronce podían subrayar el ritmo de una pieza de música con una serie de choques metálicos agudos. Combinados con los tambores y panderetas, los címbalos conferían a la música una calidad animada.

La flauta de carrillo, es uno de los instrumentos más antiguos. Se hacían de cañas de madera ahuecadas. El sistro era manejado por mujeres nobles y por sacerdotisas en las ceremonias. Quienes lo utilizaban, llevaban a la vez un collar sagrado llamado menat. Estaba vinculado al culto de la diosa Hator, que representaba la alegría y la pasión por la música y la danza.

 

El "Canto del arpista"

Esculpido en la sala de la tumba de un rey Antef se encuentra el llamado "Canto del arpista", en el cual el autor se dirige al "Buen Príncipe" recordándole la caducidad de las cosas humanas: las tumbas de los dignatarios de la II y IV dinastía ya están en ruinas; ellos dejaron sabias palabras, pero ahora es como si no hubiesen existido jamás.:

 

"Ninguno de ellos regresa de donde están.

¿Quién puede decirnos su aspecto y su estado,

quién puede describirnos sus moradas,

quién puede dar consuelo a nuestros corazones

sirviéndonos de guía hacia los lugares

para donde partieron?

 

Consuela tu corazón,

has que olvide estas cosas;

no te queda nada mejor que seguir

sus deseos mientras estés vivo.

 

Unge tu cabeza con aromados ungüentos,

ponte vestidos de seda

impregnados de perfumes preciosos,

verdaderas obras de los dioses.

 

Goza más de cuanto haz gozado hasta ahora,

no hagas sufrir tu corazón por falta de placeres.

 

Piénsalo a nadie le es permitido

llevar consigo sus bienes.

Piénsalo, jamás ninguno de los que partieron

ha podido regresar".

 

Himno en honor de Egipto

Salve a ti, oh Atum

Salve a ti, oh Khepri, que viniste a la existencia por ti mismo

Tú estás arriba, en este nombre tuyo de "colina"

tú llegaste a la existencia en este nombre tuyo de Khepri

Salve a ti, oh ojo de Horus,

que él ha adorado completamente con sus propias manos:

él no ha hecho que tú obedecieses a los occidentales,

no ha hecho que tú obedecieses a los orientales,

no ha hecho que tú obedecieses a los meridionales,

no ha hecho que tú obedecieses a los septentrionales,

no ha hecho que tú obedecieses a los que están en el medio del país,

pero tu obedeciste a Horus.

él que te ha adornado,

él que te ha construido,

él que te ha fundado.

Tú haces para él todo lo que te dice en cualquier lugar donde él va.

Llévale el agua dulce que están en ti,

llévale el agua dulce que estará en ti,

llévale toda la planta que están en ti,

llévale toda la planta que estará en ti,

llévale todo el pan que están en ti,

llévale todo el pan que estará en ti,

llévale las provisiones que están en ti,

llévale las provisiones que estará en ti,

llévale todas las cosas que están en ti,

llévale todas las cosas que estará en ti,

llévale a cualquier lugar donde su corazón desee.

Las puertas que tienes sobre ti están como sólida protección.

No se abren a los occidentales,

no se abren a los orientales,

no se abren a los meridionales,

no se abren a los septentrionales,

no se abren a los que están en el medio del país,

pero se abre para Horus,

y él que las ha hecho,

y él que las ha hecho estar derechas,

y él que las ha salvado de todos los males que Set ha obrado contra ellas.

Y él que las ha fundado en este tu nombre de "Fundación",

y él que las ha ido detrás tuyo o en obediencia en este tu nombre de "Ciudad"

y él que las ha salvado de todos los males que Set ha obrado contra ti.

 

Canción

Desde el tiempo de los dioses los cuerpos se van

y en su lugar vienen los jóvenes.

 

El sol se muestra en la mañana,

en la tarde desaparece el Poniente,

los hombres procrean,

las mujeres conciben,

todos los nacidos respiran aire,

pero todo lo que producen

al día siguiente ha desaparecido.

 

¡Festeja el alegre!

Pon canto y música por delante.

 

Vuelve la espalda a los tristes

y piensa en la alegría,

hasta que llegue el día en que se muere.

 

Himno a Atón

Hermosamente te elevas en el horizonte del Cielo, oh Atón viviente,

Señor de la eternidad.

Resplandeces en oriente, llenas con tu belleza la tierra.

Eres hermoso, grande, brillante; te elevas sobre todos los países.

Tus rayos abarcan la tierra hasta los confines de tu creación.

Eres Ra, que sometes a todos los pueblos a través de tu hijo amado.

Estás por encima de las miradas de los hombres y no se conocen tus venidas.

Cuando reposas en occidente, sobre el horizonte.

La tierra permanece en una sombra, que semeja la de la muerte;

Duérmese bien cubierto en la recámara, sin que un ojo vea a otro ojo.

Podríanse robar sus bienes a los que están dormidos.

Sin que ellos se dieran cuenta, aunque los tenga bajo su cabeza.

El que ha hecho a los seres reposa en su horizonte.

A la aurora resplandece en el horizonte y lo ilumina todo

Durante el día expulsas a la noche, cuando derramas tus rayos.

Los Dos Países se despiertan de fiesta y se ponen en pie los hombres.

Trabaja la tierra entera; todo rebaño se siente contento con su alimento.

Está abierto todo camino, porque tu has aparecido.

Saltan los peces en el río delante de tu faz; tus rayos van hasta el fondo del mar.

¡Cuán numerosas son tus obras, misteriosas a nuestros ojos!

Dios único, a nadie semejante, tú has creado la tierras según tu corazón,

Cuando estado solo: los hombres, los animales domésticos y os salvajes,

Todo lo que existe sobre la Tierra y camina por tus pies.

Todo lo que está en el cielo y vuela por sus alas...

Tus rayos alimentan los campos; resplandecen y viven.

Has creado las estaciones para mantener vivo todo cuanto has creado.

Has hecho el cielo lejano para allí resplandecer y contemplar lo creado...

Los seres de la tierra fórmanse bajo tu mano tú los has querido.

Tú, sólo tú eres la duración de la vida. Se vive de ti.

Resplandeces y viven, te acuestas y mueren.

Fijos están los ojos en tu hermosura hasta que te pones

Y toda labor termina cuando desapareces por occidente...

 

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