ENTREVISTAS
A EGIPTÓLOGOS
ZAHI
HAWASS
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11/04/05
«La maldición de los faraones somos nosotros»
Zahi Hawass , Consejo Superior de Antigüedades de Egipto
Doctor Zahi Hawass
Nacido en Egipto el 2 de Mayo de 1948
Doctorado en Univeridades de Egipto y Estados Unidos
Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias
Uno de los pocos expertos que apoya la restauración de la Esfinge
Al abrir el sarcófago de Tutankamón sentí... no sé si lo podré
explicar. La realeza está en su cara. Sentí, sí, su magia y su misterio
Zahi Hawass irradia una energía abrumadora, rayana en el exceso. Lo que
seguramente es inevitable en alguien que lleva sobre sus hombros el peso
de los monumentos faraónicos de la tierra del Nilo. Dotado de una
capacidad organizativa colosal y de una contagiosa pasión por su trabajo,
Hawass, que se ufana de escalar la pirámide de Keops en 45 minutos, ha
revolucionado la política cultural egipcia con medidas radicales.
"Si no se los protege con medidas extremas, los monumentos del
Antiguo Egipto desaparecerán en menos de 100 años", afirma en una
entrevista en El Cairo mientras al otro lado de las ventanas, decenas de
garcillas (Bubulcus ibis) que han nidificado sobre unos altos eucaliptos
junto al zoo de la ciudad, revolotean como jeroglíficos vivientes.
"La verdadera maldición de los faraones somos nosotros",
sostiene.
p}Tras los últimos análisis que han practicado a la momia de Tutankamón
ha dicho usted con mucha seguridad que no fue asesinado. {/p}
Respuesta: Con los datos nuevos, la teoría del golpe en la cabeza, en la
que sustentaban las hipótesis de asesinato, queda descartada. Me dirá
que quizá lo envenenaron. Pero nosotros nos tenemos que ceñir a las
evidencias, y éstas indican que no hay ninguna prueba de crimen.
P: ¿Usted personalmente cómo cree que murió?
R: No lo sé, quizá tuvo una muerte normal. A veces hombres jóvenes del
Antiguo Egipto tenían un ataque al corazón. Es posible que no lo
descubramos jamás. El misterio de Tutankamón nunca cesará.
P: ¿Qué sintió al abrir en enero el sarcófago de Tutankamón y tenerle
cara a cara?
R: Sentí... no sé si lo podré explicar. La realeza está en su cara.
Sentí, sí, su magia y su misterio.
P: Usted no es un hombre al que detengan las supersticiones, pero tuvo
pesadillas con las momias de dos niños halladas en el oasis de Bahariya
que le persiguieron en sueños hasta que, dice, las volvió a juntar con
la del padre. ¿No ha temido la maldición de Tutankamón? Hay que buscar
un equilibrio entre las necesidades del turismo y la obligación de
proteger los monumentos
R: Al meterlo en el escáner el aparato se apagó, lo que puede alimentar
la leyenda. A la gente le gustan esas cosas. Yo, en realidad creo que la
maldición somos nosotros. En el caso de Tutankamón es obvio quién salió
perdiendo cuando lo encontraron: él. Acostumbro a no afeitarme el día
que voy a entrar en una tumba cerrada, pero eso lo hago porque te proteges
mejor de los posibles gérmenes. Se lo recomiendo. Las momias son cuerpos
y se corrompen y, por cierto, emiten un olor espantoso.
P: Nos tiene a todos en vilo desde que se detuvo la exploración de los
misteriosos conductos de la Gran Pirámide, los mal llamados conductos de
ventilación.
R: La Universidad de Singapur nos va a enviar un robot y lo meteremos en
octubre e iremos a ver qué hay detrás de esas puertas o piedras que
hemos encontrado en los conductos. Tenemos que ir despacio, pero tengo la
sensación de que detrás se encuentra escondida la verdadera cámara
funeraria de Keops.
P: ¡La verdadera cámara de Keops! ¿Qué habría ahí?
R: El cuerpo y el ajuar del rey, que nunca han aparecido
P: Otra vez, pues, "cosas maravillosas", como diría Howard
Carter.
R: Puede ser.
P: Hablando de cosas maravillosas, han encontrado ustedes al revisar la
momia el pene perdido de Tutankamón. Apéndice nada baladí porque
esencializa no sólo el fin de la poderosa dinastía tutmósida (Tutankamón,
el último faraón de la familia, murió sin descendencia viva) sino
el deplorable trato dado por Carter a su momia.
R: Sí, lo hemos encontrado, entre la arena sobre la que está depositada
la momia en el sarcófago. A Carter se le cayó seguramente mientras la
manipulaba.
P: ¿Le enfurece cómo trataron a la momia?
R: Yo en lugar de Carter nunca le hubiera arrancado la máscara de oro
como hizo él. La puso al sol para despegarla y luego empleó un cuchillo.
Nunca hubiera tratado ese cuerpo así. Lo destrozaron. Fue un gran crimen.
P: ¿Preferiría que no hubieran encontrado la tumba?
Creo que detrás de los conductos de ventilación de la Gran Pirámide se
encuentra escondida la verdadera cámara funeraria de Keops
R: Eso no. Enriqueció nuestro conocimiento. Es uno de los grandes
hallazgos de la arqueología. Hay que valorar las grandes aportaciones que
Carter hizo.
P: A usted no le gusta que se exhiban las momias. ¿Es cierto que es
partidario de retirarlas e incluso de cerrar la Mummy Room del Museo
Egipcio de El Cairo?
R: En tres años vamos a sacar todas las momias reales de ese museo para
trasladarlas al nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia en
Fustat, en el viejo Cairo, donde las mostraremos de una manera digna. Pero
a mí, personalmente, me gustaría que esas momias volvieran a sus tumbas.
Las momias no han de estar en museos, es como maltratarlas. Lo que sí
vamos a hacer es escanear todas las que podamos con la máquina que usamos
para Tutankamón.
P: Ese museo del que habla forma parte de la nueva red de centros que se
proyecta.
R: Sí, tenemos 13 museos nuevos en marcha, estamos cambiando las ideas al
respecto de lo que debe ser un museo, adaptándolas a los tiempos. No se
trata sólo de ver momias y ataúdes, sino de contar y hacer comprensible
e interesante lahistoria. Entre estos nuevos museos se cuentan el
Gran Museo de Egipto, en Giza, que será el mayor museo de antigüedades y
albergará los 5.000 objetos de la tumba de Tutankamón actualmente en el
Museo Egipcio, el Imhotep Museum en Saqqara, o el Crocodile Museum en Kom
Ombo.
P: ¿Y qué será del viejo Museo Egipcio?
R: Se dedicará a la historia del arte faraónico y será renovado de
arriba abajo.
P: ¿Qué opina del museo del barco solar junto a la Gran Pirámide? Es
feo, ¿no?
R: Horrendo. Entorpece la visión de la pirámide y afea toda la vista de
Giza. Mi idea es sacarlo de ahí y llevarlo a otro sitio.
P: Tuvo usted muchos problemas con los que denomina
"piramidiotas", partidarios de la peregrina teoría de que las
pirámides son más antiguas que los egipcios.
R: Eso ha cesado, por suerte. Afortunadamente, la gente empieza a tener más
interés en lo que hacemos en Giza, como la excavación de las necrópolis
de los trabajadores que construyeron las pirámides, que en esas cosas
aberrantes. Fue muy malo, pero ha pasado. ¿Por qué debía permitir la
acción de aficionados que se creían con derecho a perforar en las
pirámides? ¡Que se vayan a hacer tonterías a sus países! Ha habido
personas que se han vuelto muy locas con esas ideas, incluso oímos
de algunos estadounidenses que querían suicidarse en el interior de la
Gran Pirámide.
P: Se le ha reprochado dar tratos de favor.
R: Nunca cometeré el error de Carter de dar exclusivas. National
Geographic Channel, por ejemplo, ha podido realizar un documental sobre el
análisis a Tutankamón [La maldición de Tutankamón, que se emite el 15
de mayo] porque brindó la mejor oferta de financiación del escáner.
Pero la información obtenida se ha distribuido a todo el mundo, y las
fotos las vamos a poner en Internet.
P: ¿Qué opina de las misiones españolas en Egipto?
R: Hacen muy buen trabajo.
P: ¿Cree usted que el Valle de los Reyes está agotado?
R: No. La arena de Egipto esconde mucho todavía. Calculo que no hemos
descubierto aún más del 30% de lo que hay en el país. En el Valle,
concretamente, aún quedan tumbas reales por descubrir. Como la de
Amenofis I.
P: Nicholas Reeves busca la tumba de Nefertiti en el Valle.
R: Hemos parado ese proyecto.
P: Lo de la supuesta momia de Nefertiti fue un chasco.
R: La gente lanza especulaciones como forma de hacerse famosa. Estoy harto
de esas cosas. El caso que menciona es especialmente deplorable porque la
momia que esa investigadora, Fletcher, identificó como la de
Nefertiti es en realidad la de un hombre.
P: Es usted muy radical en la defensa de las antigüedades. Ha cerrado,
por ejemplo, la tumba de Nefertari.
R: Hay que buscar un equilibrio entre las necesidades del turismo y la
obligación de proteger los monumentos. Y hay que detener las excavaciones
para concentrarse en la investigación y la protección de lo ya conocido.
P: Usted tiene fama de duro, pero es a la vez un romántico. Y, cosa extraña
para un arqueólogo, ¡le tenía miedo a la oscuridad!
R: Lo extraño sería alguien que no le tuviera miedo a nada, ¿no le
parece?
Fuente: Periodistadigital.com
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